Colmar es también un destino obligado para los amantes del patrimonio y la cultura.
Para un día de historia, diríjase al centro de la ciudad. Pase por el parque Champ de Mars, un auténtico remanso de paz en el corazón de la ciudad. A continuación, diríjase al barrio de la Pequeña Venecia y pase por delante de la Fuente Roesselmann. Aproveche para pasear por el barrio favorito de Pia.
Después, haga una pausa gastronómica y descubra los productos locales del mercado cubierto de Colmar. Podrá degustar los famosos pretzels y muchas especialidades del patrimonio culinario alsaciano.
Después de esta pausa gastronómica, salga a descubrir el barrio de los curtidores. Pase por la antigua plaza de la aduana y admire las magníficas casas Pfiser, construidas en 1537, así como la casa Schongauer.
En función de sus deseos, podrá visitar uno de los museos de la ciudad. Ya sea el Museo Bartholdi, el Museo Unterlinden o el Museo del Juguete, ¡seguro que se lo pasa en grande! La elección es suya:
Museo Bartholdi: se encuentra en la casa natal de Auguste Bartholdi, famoso artista del siglo XIX, conocido por diseñar la Estatua de la Libertad con el ingeniero francés Gustave Eiffel.
Museo Unterlinden: ubicado en un antiguo convento dominico fundado en 1252, presenta una notable colección de esculturas y pinturas de la Baja Edad Media y el Renacimiento.
El museo del juguete: abierto desde 1993, ofrece una visita lúdica y temática de los juguetes que han marcado nuestra infancia.
De vuelta al hotel, disfrute de un aperitivo en Paul y Pia’s antes de cenar en uno de los numerosos restaurantes de la ciudad. Para una experiencia gastronómica tradicional alsaciana, Paul y Pia recomiendan el Auberge de Colmar.
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